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La Constitución de 1991 y la emboscada Neoliberal



En el presente artículo, el autor aborda la Constitución de 1991 desde una visión anti-neoliberal y destaca lo que a su juicio ha sido desarrollado para causar males a la sociedad colombiana.

La presentación nos dice sobre que va a tratar todo el escrito: "escarba su raigambre neoliberal, que –entre otros aspectos– le abrió camino a las privatizaciones y su secuela desnacionalizadora, a la conversión de los derechos ciudadanos en negocio para enriquecer a unos cuantos oligopolios y a la  precarización del trabajo."

Nota. Con el debido respeto que merece el autor y el escrito,  la verdad no me gusto porque es redundante y un tanto sesgado el análisis, pero son interesantes las propuestas que hace y en virtud del respeto de la diferencia lo posteo para ampliar un poco mas las opiniones sobre la Constitución de 1991, en lo referente a los aciertos y desaciertos. 

Por otra parte me gusto mas la referencia que hace al final del texto, sobre una carta de Francisco Mosquera (El Tiempo-1990) del cual citaré algunos extractos:

"Al implantarse el referendo, y la Asamblea Constitucional, restándole cualquier injerencia al Congreso, queda franqueable la vía extraordinaria de variar el ordenamiento jurídico de la nación mediante los acuerdos políticos, un recurso que en nuestra historia patria siempre ha servido para imponer fraudulentamente, sobre la mayoría doblegada, la voluntad de los transitorios detentadores del mando. Y con las "asambleas populare", las "consultas populares" y demás artificios "populares", las cabildadas se terminan legitimando, igual en los tiempos de Bolívar que en los días preliminares al Frente Nacional."

Cuando los jefes máximos de las viejas colectividades, Alberto Lleras y Laureano Gómez, pactaron la realización del plebiscito del 1º de diciembre de 1957, y a sabiendas de que pedían, por medios harto irregulares, el reconocimiento constitucional de un favoritismo inadmisible, la distribución milimétrica de los cargos de los tres poderes públicos entre el liberalismo y el conservatismo, se comprometieron a no recurrir otra vez a tan singular expediente. He ahí el verdadero, motivo del artículo 13 de aquella componenda convalidada en las urnas, en virtud del cual se señaló de nuevo al legislativo como único conducto para introducirle cambios, "en adelante", a la Constitución, y cuya derogatoria de facto vuelve y juega en el presente como símbolo de las conquistas democráticas, siendo que entraña lo contrario, además del rompimiento de esa especie de promesa promulgada por los dos partidos tradicionales hace exactamente 33 años."

"En síntesis, el gobierno estará pronto autorizado a remover de la superestructura de la sociedad cuanto obstáculo se interponga a sus objetivos estratégicos, los cuales no son otros que las exigencias del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, en la actualidad circunscritas a la liberalización de las economías de los países débiles y aceptadas por las clases dominantes de éstos para mayor gloria de los monopolios imperialistas, primordialmente los de Estados Unidos."

"En los círculos interesados en la venta de la Nación se habla de los derechos humanos con frecuencia, y, sin duda, los constitucionalistas encontrarán la forma de incluirlos a tentebonete dentro del articulado, ciñéndose a los conceptos de "democracia participativa", "soberanía del pueblo", "juntas políticas populares de carácter permanente" y otras necedades doctrinarias que andan por ahí rodando. Pero el verdadero "revolcón" se le dará al país en el ruedo de la apertura económica, que requiere un ámbito constitucional distinto, operante, flexible."