Muy buen documental en el que realiza una crítica a las políticas de
privatización que promueve el modelo Neoliberal, haciendo énfasis en que esto
degenera en detrimento del bienestar social de las personas ya que como es
sabido las empresas buscan obtener utilidad a toda costa, mientras que cuando
estos servicios están en cabeza de un Estado (responsable) a este le interesa mas generar bienestar en sus asociados. Importándole poco si esa prestación
conlleva pérdidas operacionales o utilidades nulas.
Por otro lado si bien es cierto que es mejor que un Estado propenda por
la consecución de ese bienestar, es bien sabido que los seres humanos no somos
perfectos y esto nos lleva la clásica pregunta Aristotélica: ¿qué es preferible
"el gobierno de las leyes o el de los hombres"? De lo que se deduce
que el hombre tiende a dejarse llevar de las pasiones humanas, mientras que
frente a las leyes según la teoría constitucional imperante nos encontramos en
una igualdad formal, es decir que todos somos en stricto sensu iguales ante
esta, tesis que ha sido replanteada (en Colombia por la Corte Constitucional)
por una igualdad material que vela por que se dé "un trato igual al igual
y desigual al desigual". Ello contrario a lo que proponía nada más y nada menos
que San Agustín como "el principio del tratamiento igual de los iguales,
en iguales circunstancias"
Es por ello que esta cuestión nos arroja una nueva pregunta: ¿igualdad
material en qué? Es decir si entendemos que esta igualdad material debe darse
en los puntos de partida (liberalismo social) o en los puntos de llegada
(socialismo real), es decir si el Estado nos brinda el acceso a oportunidades
esenciales tales como: educación, salud, etc. Todo ello de calidad para que
desarrollemos si nos lo proponemos un proyecto de vida digno. O por el
contrario el papá Estado nos brinda a todos por igual sin ningún tipo de
distingo (desde el más perezoso, hasta el más productivo) lo mismo desde la cuna hasta la muerte.
Esa es la cuestión que no podemos dejar de lado cuando se propugna por
unos servicios prestados por el Estado que vallan más allá de los
propuestos por Adam Smith, es decir que el Estado intervenga en las cuestiones que a
ningún particular le interesan porque no general rentabilidad y antes por el
contrario generan pérdidas como por ejemplo, la construcción de carreteras, la
prestación de servicio a públicos, su clasico ejemplo del faro, etc. O que el Estado valla más allá y preste
un portafolio de servicios más amplio.
Por lo cual se llega a la conclusión de que si se quiere que el Estado valla
más allá de la concepción liberal, que lo ve como un mal necesario y se le
deleguen más funciones, ello debe ir mancomunadamente regulado por la sociedad
civil para evitar la corrupción, el clientelismo, la burocracia, el nepotismo,
etc. Todo ello propio de sistemas altamente estatizados. Y ese control implica
una sociedad capacitada, participativa y que tenga plena consciencia que los
gobiernos trabajan para ellos y que quienes deciden que se hace y que no es el pueblo soberano en ejercicio de su potestad de constituyente
primario en un Estado Constitucional y democrático.
Sinopsis:
Catastroika es el nuevo documental de los creadores de Debtocracy, y por
tanto sigue en su línea. Como el anterior hace una introducción, en este caso
por el neoliberalismo al más puro estilo "The shock doctrine" (de
echo Naomi Klein no tarda en aparecer). Pasa por la Rusia de Yeltsin, la
escuela de Chicago (Friedman, von Hayek), el inicio del neoliberalismo en
dictaduras (Chile, Turquía) a su apogeo con Thatcher y Reagan para, a través de
la deuda, obligar al resto de países a privatizar y privatizar. Después de este
empieza a mostrar ejemplos con sus grandes pérdidas para la sociedad (tranvías
en Reino Unido, agua en París, etc.), en lo que se basa todo el documental. Por
supuesto, todo está encaminado a ofrecer una alternativa a la ideología
imperante, no veremos aquí a defensores de esta, no es su intención. Muestra la
dicotomía política-economía, la separación estando la economía por encima de
una política subyugada a los intereses financieros, dando lugar a una unión
entre ambas al pasar directivos de empresas y bancos a órganos de poder
"democráticos", y no una unión entre ambas ciencias como debiera ser.
Muestra varios ejemplos, gobiernos de "tecnócratas "/banqueros,
ejecutivos del FMI provenientes de empresas. Es menos interesante que
Debtocracy pero útil como herramienta de (contra) información a la política
privatizadora, benefactora de pocos.
"Las privatizaciones no se refieren sólo a
casos en que servicios enteros son quitados al Estado, en la forma de concesiones. También
es privatización que las universidades sean evaluadas no por el nivel de
educación que proporcionan sino por lo atractiva que esta educación sea en el
mercado".
George Katrougalos (Catastroika,1:27:00)